Cómo gestionar en tiempos de gran Incertidumbre
Nos encontramos en una situación compleja, sin precedentes, no hemos vivido algo similar antes, que pueda servirnos para movernos con cierta seguridad en este momento. Nos asaltan infinididad de dudas, la incertidumbre está presente en gran parte de las decisiones.
En este artículo compartimos una mirada que puede ser de utilidad, para hacer una óptima gestión de la incertidumbre,
¿Cómo deben de actuar los directivos?
En contextos inciertos más que nunca, resulta fundamental una buena gestión de todos los recursos: humanos, económicos y tecnológicos.
1.-En primer lugar, hay que tener en cuenta que el miedo o la preocupación pueden reducir los niveles de colaboración e implicación, precisamente cuando es más importante que nunca. Por ello, es fundamental que los directivos tomen decisiones concretas y las comuniquen con claridad.
2.-Estas decisiones se deben tomar de forma rápida e inclusiva para que sean efectivas. Si los procesos de decisión se dilatan, serán más costosos y se detendrá la acción por falta de alineación.
3.- Es necesario generar confianza a través de la autenticidad.
4.- Es fundamental elaborar un plan acción y ponerlo en pràctica, comunicarlo en acciones concretes y asumibles. La crisis del Coronavirus puede suponer un desafío emocional para muchas personas y puede requerir cambios en la vida cotidiana de los empleades.
La planificación como base de la gestión de la incertidumbre
Para garantizar el éxito de un plan, las simulaciones pueden ser un recurso de gran valor, debido a que ofrece la posibilidad de que, tanto los líderes como miembros del equipo, practiquen las decisiones y las acciones, para así localizar desviaciones y errores, antes de su puesta en marcha definitiva. Esta pràctica minimiza el riesgo y el coste. Como decía Peter Drucker, “si no puedes medirlo, no puedes mejorarlo.”
Simulaciones como el denominado “Future Storming”, pueden resultar de gran utilidad. Consiste en el proceso de identificar riesgos y tendencias, que pueden afectar en un futuro al negocio o al sector en el que opera la empresa y combinarlos en nuevas maneras de pensar y pensar en soluciones para mitigar estos riesgos.
Fases de la gestión de riesgos
- Identificar los riesgos. Para reducir al máximo la probabilidad de fracaso, a la hora de diseñar el proyecto debemos identificar los posibles riesgos y contemplar el mejor y en el peor de los escenarios, valorando en cada momento qué puede pasar y cómo se podría solucionar. Hay que reflexionar sobre cada una de las decisiones y de los pasos que se van a dar en cada momento, tanto en la fase de planificación como en la de ejecución.
- Valorar la probabilidad y el impacto para continuar o cancelar el proyecto. En esta valoración, se debe analizar la probabilidad y el impacto que puede suponer ese riesgo para el proyecto. Cuanto mayor sea la probabilidad y el impacto sobre el proyecto, mayor riesgo se asume si se decide continuar.
- Planificar las posibles respuestas. La improvisación no debe ser una opción. Si durante la planificación se ha previsto ese acontecimiento, estarás preparado y será más fácil ofrecer una respuesta apropiada.
- Seguimiento y control de los riesgos. Por supuesto, es necesario realizar un seguimiento continuo y un control sobre los factores de riesgo para realizar los cambios y mejoras necesarias en cada momento.
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